RELACION DE PAREJA TÓXICA

RELACION DE PAREJA TÓXICA





Puedes ser una persona joven, y por ello no has tenido referencias anteriores….o puedes tener una mediana edad, y tenias experiencia de  otras parejas…..Da igual, el caso es que has estado en  una relación de pareja con alguien que no le ha hecho falta llegar al maltrato físico, pero  ha dejado TOTAL DESTRUCCIÓN en tu mente en tu corazón, en tu salud…… una relación con un “psicópata-narcisista”


Se alimentan de nuestra autoestima, quieren destruir a todo el que se ponga a tiro. Son psicópatas emocionales, y lo recomendable es cortar la relación con ellos.
Pero hay algo en tu cuerpo que te alerta, vagas sensaciones de inquietud; no puede ser tan ideal, sus palabras de amor a medida suenan falsas. De hecho, lo son: no las sienten, las aprenden. Intuyes que algo no encaja, pero no sabes qué. ¡Si es perfecto! Te entregas enseguida: en la cama es el no va más, tú eres lo que importa, te hace saltarte hasta tus propias normas. Otro cebo más, el sexo rompedor y sin tabúes. La relación va viento en popa, las dos mitades de la naranja encajan perfectamente… hasta que empieza a hacer un zumo contigo. De un día para otro desaparece sin más. Repasas tus últimas conversaciones y eran de telenovela. No entiendes nada. Le buscas, le llamas, mensajes sin respuesta, el vacío y el silencio como castigo. Pides explicaciones y recibes, en el mejor de los casos, respuestas frías y cortas; insistes. Te hace sentir que le acosas, que estás loca, que eres ridícula, te humilla, niega que haya un conflicto, huye del enfrentamiento. Ahora tú te sientes culpable: te preguntas si quizá has sido muy pesada (o pesado), si no debiste ir tan rápido. Entonces comienzan los trastornos para la víctima: pensamientos obsesivos, apego patológico, insomnio, problemas alimentarios, de concentración. El psicópata, además, suele actuar aislando a su presa de las relaciones familiares y de sus amistades de manera que, cuando la tiene dominada mentalmente, la víctima no sabe dónde agarrarse.
Un 4% de la población tiene un perfil predador en diferente grado; la inmensa mayoría de ellos son hombres.
No busques más explicaciones: ya no le diviertes, ya te tiene atrapada sin resistencia y anda distraído seduciendo a otra presa. Probablemente la rondaba antes, pues son muy promiscuos e infieles. Y te lo hará saber: irá con ella a los sitios que frecuentaba contigo, será abiertamente cariñoso con ella en las redes sociales o te hará llegar noticias de su nueva conquista. Lo asumes, aceptas la derrota. Con la autoestima por los suelos entras cada día en sus redes sociales para saber de él, pero aún te queda dignidad para dar carpetazo. Es frecuente que este tipo de persona se dedique a destruir tu reputación, a mentir sobre ti, a contar a todos que estás loca… Pero después de unos días sin contacto tu móvil parpadea: “Te echo de menos” o “estoy escuchando nuestra canción…, sin ti no soy nada”. No te dejará escapar hasta que él quiera. ¿Qué hacer? Aquí los especialistas coinciden con el consejo tajante de una de las mayores expertas en predadores emocionales, la psicoanalista Marie-France Hirigoyen: “Huir, cortar completamente la relación, contacto cero”. Bloquea su número en el teléfono y no permitas ningún acercamiento. Te tienta pensar que él puede cambiar, sientes pena por él y crees que volverá a quererte: olvídalo, le resultas completamente indiferente, nunca te quiso, son incapaces de sentir. Para él eres un mero objeto. El retrato de los expertos es definitivo: este predador carece de empatía, de remordimientos, de sentimientos, le complace el resultado de su crueldad.
Clínicamente, los psicópatas no son enfermos, no se pueden curar: padecen un trastorno de la personalidad para el que no hay tratamiento. Tampoco ellos lo buscan: mientras tienen una víctima, no sufren. Cuando acaba el juego, el vacío que experimentan les devuelve a la cacería. Se creen seres superiores en inteligencia y consideran que los sentimientos son una debilidad. Nunca han sentido, pero estudian las pautas humanas y se las apropian: saben mostrarse tristes o enamorados, pero todo es puro teatro.

Aunque ahora lo pienses, no eres una persona débil: al contrario, estos individuos disfrutan seduciendo a gente inteligente y con fuerte personalidad que supongan un reto, que tengan las cualidades de las que ellos carecen para nutrirse de ellas. Necesitas un terapeuta que te ayude a descubrir por qué grieta emocional se ha ­colado. 
Te ha destruido, pero, a diferencia de él, tú sí tienes salida.

 Bibliografía : Inmaculada Ruiz  





Sin embargo, en nuestra vida nos encontramos con muchos psicópatas (pueden serlo en distinto grado) y es bueno identificarlos y saber cómo funcionan. Son psicópatas que no han delinquido, son personas integradas, pero que pueden afectar de forma muy negativa a nuestra vida. Según el Dr. Piñuel podemos llegar a toparnos con 60 psicópatas a lo largo de nuestra vida. Son muy negativos en el ámbito laboral o escolar y pueden ser muy destructivos cuando son nuestra pareja.
Los psicópatas pueden ser tanto hombres como mujeres; y pueden pasar días, meses o años antes de damos cuenta de que hemos compartido nuestra vida con un o una psicópata. Y lo más terrible de todo… descubrimos que no ha habido amor; que hemos puesto mucho en la relación y no hemos recibido nada; que hemos amado mucho pero no nos han correspondido. Hemos sido víctimas de un depredador humano, de un depredador intraespecie que utiliza a los demás de forma parasitaria para sus propios fines (ya sean económicos, financieros, sociales, etc). Los efectos de la relación con una persona psicópata se pueden asemejar al paso de un huracán de categoría cinco. La casa ha quedado derruida, hay que apuntalarla, hay que hacer un registro de daños… Las víctimas tienen completamente minada la autoestima e internalizan la culpabilidad. Es necesario pasar por un duro duelo para recuperarse, hace falta tiempo e incluso puede ser necesario recurrir a ayuda; se ha pasado por un trauma continuado. En el proceso de recuperación será fundamental la fe de la víctima en que va a salir ¿Cuál es la mayor habilidad de las personas psicópatas? Una gran capacidad de manipular emocionalmente al otro. Todas las personas psicópatas tienen una personalidad narcisista, aunque no todos las personas narcisistas son psicópatas. Éstas personas obtienen su energía y poder de la dominación de su víctima. La adoración de la víctima es lo que les da sensación de poder y les alimenta.

Psicópata integrado: aprende a detectarlos. ... Según el psicólogo y escritor Iñaki Piñuel, un psicópata integrado es aquel que tiene “una sofisticadísima capacidad para el mal, son incapaces de ponerse en el lugar de sus parejas, sentir pena, lástima o compasión por ellas


Etapas de recuperación luego de una relación con un psicópata.
Las 5 etapas luego de una perdida descriptas tradicionalmente son: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Estos pasos ocurren normalmente cuando se pierde a alguien querido o se rompe una relación. Pero cuando la relación que se quiebra es de índole psicopática estos estadios pueden entenderse de la siguiente manera.

Devastación y negación.
Tus hormonas entran en un período alocado por la adicción química que esta relación provocó. Psicológicamente se está en shock y en un estado de vulnerabilidad absoluta. Los síntomas son falta de energía, incapacidad para concentrarse en las tareas repetitivas más triviales y dolor físico. Las personas descartadas no entienden lo que sucedió. Su pareja ya se encuentra mostrándose con su nuevo amor, fingiendo felicidad y comenzando la campaña de difamación. Esta estrategia de exhibición es deliberada. En la etapa del descarte final  el/la sociópata les ha hecho creer que están locas, que imaginan cosas que no son. Al mostrarse en control y admirado refuerzan la idea de que las víctimas arruinaron la relación con sus demandas de honestidad y atención. Es común tener sentimientos ambiguos: en algunos momentos se recuerdan cosas horrendas como las infidelidades constantes, el abuso verbal (y en ocasiones físico) y en otros, se tiene la sensación de que no se va a volver a experimentar una relación sexual y emocional tan extrema jamás. Y en cierto sentido es cierto. Ese estado frenético y alucinatorio no se da en relaciones sanas. El buen sexo, sí.

Duda y auto enseñanza
En algún momento, ya sea por una búsqueda afortunada en la web o gracias a un terapeuta, comienzan a aparecer los términos psicópata, sociópata y narcisista. Es entonces cuando se comienza a poner en duda todo lo que creíamos que había sucedido durante la relación. Al relacionarse con el tema se comprenden las señales que indican la posibilidad de haber estado involucrado/a en una relación psicopática. Pero continúan las dudas ¿No lo estaré etiquetando con este desorden de personalidad livianamente? ¿Y si yo no lo supe llevar? Hay oscilaciones permanentes entre los recuerdos de la fase de idealización y la de devaluación. Esto se llama disonancia cognitiva.
Entendimiento del  comportamiento de sociópatas, psicópatas y narcisistas

Es la etapa en la cual todo cobra sentido. Se pone en perspectiva el comportamiento de la ex pareja. Se comprende su imitación por espejo de nuestras personalidades  y necesidades, la fase de bombardeo amoroso, la manipulación del comportamiento, la devaluación subrepticia y el descarte. Las víctimas se sienten asqueadas, traicionadas. Se dan cuenta que el amor fue una puesta en escena, una mentira más en un ciclo de víctimas sin fin. Se dan cuenta que todas esas emociones negativas que les hacían sentir eran calculadas y planeadas. La persona que supuestamente los adoraba estaba activa y conscientemente haciéndoles daño.

Ira
Cuando se llega a comprender el comportamiento psicopático, la duda es remplazada por la ira. Se conoce la verdad, se sufren con retraso  todas las emociones reprimidas para no “entorpecer la relación” y “no molestarlo”. Las víctimas sienten que fueron usadas, manipuladas. Les lavaron el cerebro. Sienten una ira fuera de lo normal. Es la etapa en que se quiere contactar a todos los conocidos y exponerlo. Hablan obsesivamente del tema. Las voces largamente acalladas se sienten libres. Cuando los acusaban de engañarles, y el/la psicópata les decía que imaginaban cosas. que si seguían con sus celos arruinarían la relación, se producía un gran desplazamiento de la culpa. El/la psicópata los hacía sentir mal  y auto reprimían el enojo. Esta etapa suele coincidir con la campaña de difamación del psicópata por lo que es conveniente no actuar impulsivamente. Si envías todos los mails a su esposa o tratas de que tus colegas lo vean como el monstruo que es, probablemente ellos “prueben” que son victimas de tu “acoso”. Hay que ser prudente al revelar detalles de la relación o con quién se lo expone. Lo mejor que se puede hacer es trabajar la ira con diversas terapias y permanecer calmo y sereno para el resto del mundo. El/ella quiere que te enfurezcas para probar su campaña de desprestigio. No hay que hacerlo. No hay nada que detesten más que ver que los olvidaste y seguiste con tu vida. Es una etapa muy larga. No te sientas tentado/a a romper el contacto cero para decirle que se vaya al demonio. No vale la pena.

Depresión
Vas a oscilar entre la depresión y la ira por largo tiempo. Tendrás días muy buenos y otros muy malos. En ocasiones sentirás que lo estás superando y en otras te levantarás llorando. No te merecías que te pasara esto, lo único que hiciste fue enamorarte de una persona que terminó siendo un fraude. A veces te aislarás y querrás hablar con la única gente que te comprende: otros sobrevivientes (ya sea en grupos de autoayuda o en foros). Tendrás pensamientos intrusivos. No podrás creer que caiste en sus trampas. Comenzarás a poner límites al entorno. Te sentirás muy mal por lo mucho que has perdido, no solo amigos, tiempo e incluso dinero, sino la inocencia. Antes confiabas en la gente, les dabas el beneficio de la duda. Ahora te cuesta confiar y estás muy suspicaz aún con quien no lo merece.

Sanación y auto-descubrimiento.
Es la etapa de la exploración de uno mismo. ¿Por qué me pasó? Qué vulnerabilidades tuve que fui presa de este individuo?  Desde ya vulnerabilidades como el deseo de ser aceptado y amado no son tu culpa, ahora comprendes como fueron explotadas. Los momentos de alegría y calma aparecen con más frecuencia. Ya logras hablar de lo que te sucedió con cierto desapego y descubres sus fortalezas. Afianzas un nuevo sentido de auto respeto y aprendes a aplicar la empatía, el amor y la compasión con la gente correcta. Te da risa recordar cosas como “somos almas gemelas” porque  ya comprendiste que son exactamente lo opuesto. Te quedaron los buenos amigos y haz hecho otros. Estas listo/a para volver a abrirte al amor, con más sabiduría y alegría.

La Psicopatía y el Narcisismo:
Base Neurológica.
La psicopatía y el narcisismo tienen una base neurológica. En mayor o menor medida las personalidades tipo B sufren una pérdida de actividad en el sistema límbico, y una disminución de la actividad en la corteza orbital y la corteza prefrontal ventromedial adyacente, la parte del cerebro que se encuentra justo sobre ojos y nariz. También tienen una actividad anormal en la amígdala al final del lóbulo temporal, y actividad menor en una pequeña franja del giro cingulado que conecta la corteza orbital y la amígdala (ver imágenes de la resonancia magnética funcional del encabezado de esta nota). 
Los científicos discuten si esto es algo de origen genético, o si este funcionamiento deficitario del cerebro es producto de una crianza, o bien abusiva, o bien demasiado permisiva (ambos casos han sido propuesto por psicólogos y psiquiatras que investigan el tema) durante los cuatros primeros años de vida, etapa en la cual el cerebro es absolutamente plástico. Seguir insistiendo en que la psicopatía y el narcisismo son meras “formas de ser” es un error, lo correcto sería decir que este funcionamiento cerebral deficitario se “traduce en una forma de ser” que generalmente hace daño a quienes conviven con psicópatas y narcisistas. 
Sin embargo, esto que afirman muchos científicos no significa que estén enfermos y que no puedan evitar hacer lo que hacen ya que las áreas ejecutivas del cerebro, y las áreas que juzgan si el propio accionar es ético o no, dañino o no, están en perfecto estado, por lo que hay un alto grado de elección personal en todo lo que hacen, es decir, SON RESPONSABLES Y CONSCIENTES DE SUS ACTOS. Hay investigadores como el Dr. Kent Kiehl, y el Dr. George Simon que creen que, si bien el cerebro adulto no es tan plástico como el de los niños, si se lo ejercitara, estos pacientes con desórdenes de personalidad tipo B podrían desarrollar nuevas conexiones neuronales que ayudarían a controlar la impulsividad y a desarrollar algo de empatía. Este tipo de cambios en la estructura neuronal es más común de lo que parece, por ejemplo, cuando una persona sufre un ACV, e inmediatamente se la hace practicar con diversas terapias, logra recuperar muchas funciones aun cuando el área que regula esa función en el cerebro esté irreversiblemente dañada, es decir, otras áreas del cerebro asumen el control de esa función. 
Pero para que esto suceda, hay que trabajar y trabajar con voluntad y empeño. En el caso de psicópatas y narcisistas no les interesa ningún cambio, ni ningún trabajo duro, debido a la distorsión que tienen en su auto percepción, no creen que exista nada malo en ellos, simplemente desconocen cómo se ve y se siente el mundo con un cerebro no deficitario, si por un momento tuvieran esa percepción se darían cuenta de todas las funciones de las que carecen. Y es en este aparente callejón sin salida donde nos queremos detener: hasta el momento, psicópatas y narcisistas no se han hecho tratar porque históricamente volaron bajo radar, no se los detectaba.
Ahora, las cosas están cambiando, en un par de años más, la mayor parte de la población los va a reconocer, y no los va a querer cerca, nadie quiere tener a su lado a una persona con hábitos predatorios, las empresas no los van a contratar, sus familiares los van a dejar, los vecinos los van a evitar, los votantes no los van a votar, etc. 
¿Y qué pasará si esto ocurre? Pues que habrá una sola elección posible: o tratamiento u ostracismo social. Entonces, solo entonces, comenzaremos a ver cambios. Por el momento, la única forma de relacionarnos con ellos es el contacto cero o el contacto mínimo.


Si pudieramos ver  con los ojos de la cara la realidad de estos seres veriamos lo que en realidad son:
vampiros de energia, y demonios totalmente personalizados.


Bibliografia: Shiva Shakti Omnamah 

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